“A VOSOTROS JÓVENES”
Nuestra Pastoral Juvenil goza de buena salud. Pero también es verdad que es todavía mucho lo que queda por hacer y no nos deja totalmente satisfechos viendo a los que estáis, sino que nos impulsa Cristo, a buscar, sobre todo, a los que no estáis. Es verdad que los jóvenes alejados no vendrán, si no les buscamos (“venid y lo veréis”) y formamos comunidades acogedoras y no llenas de vida. Los jóvenes alejados no vendrán y se quedarán sino ven felices a “los acercados”.
Nuestros jóvenes necesitan de Cristo, porque perderse a Jesús es perderse lo mejor de la vida. Así explicaba Benedicto XVI en Sydney: Cristo no quita nada, Cristo lo da todo, siempre tenemos miedo a lo que podemos “perder”, pero con Jesús siempre ganamos, es siempre una inversión a nuestro favor y para toda la humanidad.
A los jóvenes que camináis en la Diócesis de Coria-Cáceres, quiero animaros a buscar a Jesús, el sentido pleno de la vida, a descubrir que vivir a tope es siempre la Buena Noticia del Evangelio.
1. LOS JÓVENES QUE ESTÁIS EN LAS PARROQUIAS, GRUPOS, MOVIMIENTOS, COFRADÍAS
Necesitamos cada vez más, vivir el gozo y la alegría de la Iglesia-Comunión. Como decía San Agustín, unidos todos en lo esencial, la pluralidad en lo que es opinable y siempre viviendo en el amor cristiano. La manera de vivir y expresar esta comunión es a través de la Delegación Diocesana de Pastoral Juvenil.
A través de todos sus órganos de formación y de coordinación, se va constituyendo esa Iglesia joven que tanto necesitamos. Os recuerdo a todos que tenemos que estar presentes en todas las convocatorias de la delegación, especialmente, os recuerdo la Jornada Diocesana de la Juventud del 25 de abril de 2009, en Alcuéscar. Será un momento que hay que preparar y que después hay que continuar. Estos encuentros necesarios como las Jornadas Mundiales de la Juventud con la presencia del Papa y que ya sabemos que en el 2011 será en la Archidiócesis de Madrid. Estos encuentros diocesanos deben servir ya para la preparación de la Jornada Mundial de Madrid, pero, sobre todo, estos encuentros tienen que ser momentos de intensificar los procesos en la Pastoral Juvenil, el trabajo cotidiano, que es lo que hace realidad que los jóvenes maduren en el conocimiento y amor a Cristo y a la
Iglesia. En este sentido quiero recordar que después de la Confirmación, nuestra delegación
ofrece los Grupos Juveniles Parroquiales (GPJ) y también me gustaría que la Acción Católica en su trabajo con jóvenes también se apoye, (MJAC- Movimiento de Jóvenes de Acción Católica y JEC- Juventud Estudiante Cristiana).
2. CONFIRMACIÓN Y CONTINUIDAD
Si la Confirmación en las parroquias debe ser muy preparada, tres años de preparación como dice nuestro Directorio de la Iniciación Cristiana todavía en vigor, entonces se debe asegurar el que sean muchos los que sigan y que no se convierta la Confirmación en “hasta nunca” o, como menos mal, “hasta luego”.
¿Por qué no invitar al Delegado de Juventud, cuando se confirman los chicos, a que les hable de las ofertas de continuidad de nuestra Pastoral Juvenil?
Este es el motivo de que siempre en la Cuaresma quiero encontrarme, en Coria y en Cáceres, con todos los que se van a confirmar en este año. Es una manera de que se encuentren con el Obispo, ministro originario de este Sacramento, y no sólo se encuentren con el Obispo el día de su Confirmación.
Con el gesto de ofrecer un símbolo de su confirmación, (aceite, olivo, luz), en este encuentro, es un momento de una catequesis sobre el sacramento y que, en clima de convivencia y de fiesta, descubran el gozo y la alegría de Cristo Resucitado, a lo que nos conduce el Espíritu Santo “Señor y dador de vida”. Es el momento de ofrecerle la continuidad en la Pastoral Juvenil de su Parroquia, de su Grupo.
3. A LOS JÓVENES QUE NO ESTÁN
Queremos que entre todos podamos iniciar un diálogo, un acercamiento. A mi me tenéis a vuestra disposición, me podéis escribir a fracecha@yahoo.es, para compartir conmigo lo que creáis más convenientes, vuestras penas y vuestras alegrías. Me gustaría también que vuestra voz se oyera. Es mucho lo que os tenemos que escuchar y es mucho lo que también vosotros nos podéis ofrecer, pues el Único tesoro de la Iglesia es Cristo, aunque este tesoro lo llevamos “en vasijas de barro”. La Delegación de la Juventud tiene muchos ámbitos donde se puede dar este encuentro y este diálogo. Toda la vida de los jóvenes nos interesa, porque, como decía San Juan Bosco “me basta que seáis jóvenes para amaros”. Espero que toda la Iglesia se haga cercana y acogedora con los jóvenes, estén dentro o se consideren fuera.
† Francisco Cerro Chaves,
Obispo de Coria-Cáceres